A Kristina Rose la dejan toda una tarde encargada de un puesto de limonada en el parque, pero claro, tiene bastante truco lo que pasa aquí, porque no va a trabajar normal. Si quiere ganarse la pasta que le ofrecen, tiene que aguantar el atender la tienda, a la vez que la masturban desde detrás de una cortina. Detrás tiene a Jordi, el niño, polla, que con un pequeño consolador, le va masturbando el coño, y también el culo, claro. La cosa se pone picante cuando se llena el puesto, y ella no se aguanta, entrando dentro para recibir una fuerte ración de nabo por parte de Jordi.
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