Katt Lowden gimiendo con su nueva máquina


Katt Lowden se muere de ganas de inaugurar su nueva máquina de placer y se dedica a lubricar los juguetes para encajárselos por el coño sin piedad lista para machacarse al mecánico ritmo del consolador. La perra vibra de gusto cuando nota como sube el ritmo de la machacada, retorciéndose entre gemidos de placer que la dejan totalmente extasiada.