Un hombre invita a sus amigos a ver el partido, mientras que su molesta mujer se enfada porque tiene que atenderlos. Enfadada toma las camisetas que tiene colgadas en la sala, las llena de lubricante, y se sienta sobre ellas para masturbarse y dejarlas todas sucias. Se ayuda con un consolador, con la intención de correrse sobre ellas. Su marido va a ver porque no le trae más cervezas y la encuentra allí, masturbándose, así que mientras sus amigos terminan de ver el partido, él se la folla duro sobre su silla y su oficina, llenándole la cara y boca de leche.
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