Nuevamente ponen a prueba el camión de espejos para follar en pleno público sin que se vea que ocurre en el interior. Esta vez le toca a una caliente rubia que luego de una entrevista se mete en el camión con su amante, listos para jugar. Comienzan con un masaje que ella recibe en la cama, masaje que se transforma en una dura masturbación que la hace gemir de placer y casi llegar al orgasmo. El chico se detiene con la polla bien dura y se recuesta para recibir él una mamada, tras lo cual se la mete a la chica por el coño dándole a gusto. Tras follar un buen rato él finalmente se corre y la rocía a ella con su caliente semen.
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