El postre caliente después de la cena


Parece que la cena les ha dejado con hambre las dos parejas se tiran a comerse vivos de arriba a abajo, empezando los cabrones por comerse las tetas de las furcias invitándolas a devorar sus pollas duras, que luego las atraviesan a un ritmo bestial hasta empaparlas con las inevitables corridas.