Dos zorras cachondas en la oficina


La cansada zorra se deja hacer mientras la secretaria cachonda se va poniendo cada vez más cachonda, masajeando su cuello hasta llegar a las enormes tetas… Una vez despelotadas la golosa se abre de piernas y mientras frota sus pezones con ansia pura va comiéndole el clítoris con su lengua viperina, forzándola contra este hasta que llega al ansiado orgasmo.