Dos perras montan un rico trío


El tío disfruta dándoles las merienda a las dos chicas, pero se lo pasa mucho mejor ofreciéndoles la polla en la boca viendo las ganas con la que la chupan y la devoran. Las cerdas se sientan en la cara del pervertido exigiéndole una comida de coño antes de pedirle que les rompa el coño sin compasión, gimiendo sin parar compartiendo al final el potente chorro de leche.