Dos cerdas calientes comparten el mismo rabo


Solo hay un rabo disponible para las dos pero las fulanas son buenas amigas y están decididas a compartirlo, pasándoselo de una boca a la otra poniéndolo duro como una piedra y apuntando hasta el cielo… Mientras las perras se devoran la una a la otra, el tío busca darles duro por el coño a cuatro patas dándoles a las dos con las mismas ganas para dispararles la corrida a chorro.