Dos amigas se vuelven amantes


Dos amigas se ponen bastante cariñosas mientras charlan en el patio trasero de una casa, y al estar completamente solas y sin que nadie las mire, se entregan a besarse y acariciarse, un manoseo que se vuelve cada vez más intenso. Las chicas no se aguantan más tanta calentura, por lo que escapan dentro, para que ningún vecino curioso las espíe. Allí se tiran sobre un sofá enorme, quitándose toda la ropa entre besos y caricias. Llega el momento de comerse los coños, sabiendo cómo hacerlo a lo bestia, y sin olvidarse de utilizar los dedos para intensificar el placer.