Dependienta colombiana nos traga bien la polla


Caminando por el mercado en busca de carne, ponemos los ojos en una belleza morocha que nos llama mucho la atención, y nos acercamos a ella para hacérselo saber. La sobornamos para que folle con nosotros, viéndose bastante tentada de aceptar nuestro dinero para echar un casquete. Se va con nosotros y se quita la ropa en nuestro departamento, dejándonos manosear ese cuerpo caliente y delicioso. Nos hace una paja de infarto, a la vez que se come nuestra polla casi hasta el fondo. Se la metemos y le damos bien duro, asegurándonos que se corra bien rico antes de llenarle la cara de leche.