Dándole una lección a mí esposa


Un hombre está un poco harto de su mujer, que le ordena todo el tiempo que debe y no debe hacer, y hasta lo tiene planchando la ropa en la sala, mientras ella no hace otra cosa que fumar y mirar la televisión. Le quiere demostrar a esa guarra quien manda, y le abre las nalgas para manosearle sus agujeros, y la hace comerle el rabo. Ahí practican algo de fetiche, donde primero la rocía de cerveza, y luego le tira papas fritas en la cara. A la madura parece encantarle todo eso, porque queda más que dispuesta a follar duro sobre el sofá.