Una colegiala llama a una casa para hacer una encuesta, y se sorprende al ver que la atiende un hombre desnudo, que para colmo no la trata muy bien. La chica no sabe muy bien cómo, tras esa conversación, acaba dentro de la casa con el chico, meneándole el rabo con una mano mientras lo escucha hablar con una perorata sin sentido. La chica le come toda la polla y luego de que ha tenido suficiente con la mamada, se saca el uniforme y se coloca en el sofá con las piernas abiertas, pidiéndole al chico que le meta toda la verga por el culo.
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