Es verano y hace calor, y ella está sola y caliente en casa. Recostada en el sofá de la sala se acaricia a sí misma, cual si fuese un amante que estuviese dándole placer. Vemos su coñito depilado por sobre la ropa interior, ropa interior que la chica no tarda en quitarse para dejarlo al aire. Pronto la calentura es tal que al tocarse se prende fuego, y se acaba sacando toda la ropa. Sus dedos le masajean el clítoris, y van penetrando más y más adentro, revocando que gima de placer y se retuerza. Se sigue acariciando, alcanzando el orgasmo momento en el cual se tranquiliza.
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