Una mamada por la mañana


Ver a su mujer junto a la cama con esos pantalones tan ajustados hace que su verga se quede dura como piedra y no es para menos, pues la putita tiene un cuerpo de infarto que parece haber sido fabricado en quirófano. La chica se le acerca y se pone a cuatro patas entregándole sus nalgas, dejando que juguete con ellas, que frote su polla entre ellas. Se saca las tetas y tira a un lado lo que le queda de ropa, quedando más que lista para comenzar a hacerle una mamada a garganta profunda que en más de una ocasión llega casi al punto de atragantarla.