Se despelota y juega con las bolas…


La guarra nos avisa de que no lleva bragas pero la verdad es que nos gusta ver como se acaricia la entrepierna, dándose caña con los dedos por los dos agujeros sin olvidarse de jugar con sus pezones hasta ponerlos duros como piedras. La cerda suelta una abundante meada con la que se reboza, lista para perforarse con los juguetes sin dejar de soltar pis.