Christina Rio está servida, toda desnudita en el sofá, mirando por la ventana del departamento donde se encuentra, uno de los últimos pisos. La vista es impresionante, si, pero la vista que nos gusta es la que tenemos de ese culazo, al que la zorrita aplica una buena dosis de lubricante, para que todo funcione correctamente y no se lastime. Es que ella quiere ese rabo entre las nalgas, y el lubricante ayuda a que le entre con más suavidad, con placer. Pronto ese ano se dilata a la perfección, lo que les permite follar más y más duro. Para terminar, se le corren en toda la cara, como a ella le gusta.
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