Un chico tiene a dos guarras arrodilladas en su sofá, desnudas y con el culo en pompa, listo para que pueda meter su boca como quiera entre sus nalgas, pasando de una a otra. Las chicas miran a la cámara como saludando con sus caras de guarra, mientras que el chico se pasa de un culo a otra, sin decidirse a cuál de las dos va a penetrar. Antes quiere una mamada, y prefiere que la rubia sea quien se la chupe primero. Con la verga lubricada es a la morocha la primera a la que penetra, masajeando el culito de la otra, para que no se aburra, pues no tarda nada en encargarse de él.
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