Cecilia Cortez no perdona a nadie, y hasta su primo se folla sin que tenga el menor de los problemas. La vas a ver de rodillas en el suelo, con el enorme nabo del chico en la boca, tragándolo suavemente, usando su mágica boquita para hacer que se le venga en la boca. Una mamada no es suficiente para extraerle toda la leche, por lo que ella se pone de rodillas en la cama abriéndose bien las nalgas. El chico se la mete por el coño, tentado de metérsela por el dilatado culo, que parece abrirse por sí solo, aunque ella, por ahora, solo le deja follarle el coño.
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