Gimiendo como una zorra

Una flaquita tetona llega a una enorme mansión, bien producida para su casting, pues sabe que tiene que dar una buena impresión follando si es que quiere ese papel. Comienza quitándose toda la ropa, quedando únicamente con su tanga. Puede que no sea una mega belleza, pero tiene un no sé qué, que la hace querer lucirse, y se esfuerza bastante. Primero la ponen de rodillas, pero luego van a cuatro patas con ella en el sofá, lo que la hace quedar a la altura perfecta para metérsela cómodamente por detrás, como si fuese una perrita en celo. Sus jadeos te van a hacer correr.