Una enana se mete en una casa para robar, y de pronto siente que alguien llega. Se esconde en la cocina, y ve que el dueño de la casa, ni bien llega, enciende un portátil, sacándose el rabo para masturbarse mientras mira unos videos porno. A la enana se le hace agua a la boca esa polla, por lo que el tipo acaba descubriéndola, y no entiende lo que pasa. Ella, en lugar de explicar que hace ahí, ataca ese rabo, excitándolo de tal manera que el tipo se olvida del motivo que la trae ahí, para ponerse a follar con ella, enterrándole el rabo a lo bestia, masajeándole esas enormes tetas.
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