Una doctora voluptuosa prueba una terapia para curar a su paciente, quien tiene problemas para que se le ponga duro el nabo. Recurre a hipnotizarlo para que esa impotencia desaparezca, y para probar que todo funciona correctamente, ella misma se quita toda la ropa y se para delante de él, para ver cómo reacciona. Como esperaba no puede evitar manosearla y masturbarla, provocándole una erección más que notoria. Ella la chupa y la menea con una mano, poniéndose en cuatro patas para ver que tanto aguante tiene el chico ahora. Parece que la hipnosis fue todo un éxito, ya que la deja del todo satisfecha.
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