Ama de casa está necesitando cariño, y no precisamente de su marido. Aprovechando que tiene toda la tarde sola en casa, toma el móvil y llama a uno de sus amantes, un hombre que le hace regalos cada vez que viene a follar. Se trata de un maduro que a ella le gusta como la trata, y que acude rápidamente, sabiendo que va a venir a ponerla. Se besan apasionadamente en la cama ni bien el hombre llega, y ella le pone dura la polla a base de mamadas. Quedan a punto con un sesenta y nueve, y luego ella se va a cuatro patas en la cama, para que se la folle por detrás.
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