Una negrita se encuentra en su habitación mirándose al espejo mientras se prueba nueva ropa interior, sin darse cuenta que tiene la puerta entre abierta y que del otro lado, se encuentra su hermano mirándola mientras se menea el rabo. El chico no es para nada discreto, por lo que la negrita acaba descubriéndolo, y, en lugar de enojarse, hace que entre en su habitación. Ella se arrodilla delante de la enorme polla del chico, a la que hace una profunda mamada. Luego se quita toda la ropa, y el chico le mete rabo a lo loco hasta llenarla de leche.
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