Mischel Lee tiene una entrevista de trabajo

En una entrevista de trabajo, Mischel Lee pone a pruebas a quien tiene dudas de si puede ser buena secretaria, ofreciéndole dos buenos argumentos. Sus argumentos no son otra cosa que ese inmenso par de tetas, que saca para el hombre. Este no puede dejar de mirarlas, con los ojos bien abiertos y la boca deseando poner su lengua en semejantes pezones. Ella le ofrece que puede probarla cuanto quiera, y el hombre no se lo piensa dos veces, metiéndole rabo a gusto sobre el escritorio, manoseando esos inmensos pechos, penetrando con ganas ese enorme coño peludo hasta llenarlo de leche.